A pesar de los incansables esfuerzos de las campañas de fumigación que no han cesado desde primavera, La Roda enfrenta una batalla continua y desalentadora contra la plaga de mosquitos. Las recientes lluvias y el aumento de las temperaturas han creado un caldo de cultivo ideal para estos molestos insectos, que no muestran signos de ceder.
Ana Estarlich, Concejala de Medioambiente, y Lorenzo Caballero, responsable técnico de la empresa de control de plagas, han admitido que, aunque los tratamientos se realizan semanalmente y nunca se han interrumpido, la situación sigue siendo preocupante. «Los tratamientos preventivos y la fumigación han sido constantes, pero los mosquitos siguen proliferando a un ritmo alarmante», afirmó Estarlich.
A pesar de los esfuerzos, la realidad es sombría. Las lluvias intermitentes han dificultado la efectividad de los larvicidas y adulticidas, dejando a los habitantes de La Roda en una lucha continua y aparentemente interminable contra las picaduras y las molestias asociadas.
La colaboración ciudadana, aunque solicitada, parece ser insuficiente frente a la magnitud del problema. Pequeñas acumulaciones de agua en patios, jardines y otros espacios privados continúan siendo focos de incubación, agravando una situación ya de por sí complicada. «Procurar no mantener agua estancada más de cuatro o cinco días» puede ser un consejo válido, pero la práctica demuestra que eliminar todos los posibles criaderos es una tarea casi imposible.
Caballero advirtió que la lucha está lejos de terminar y que, mientras las condiciones climáticas sigan siendo favorables para la eclosión de los huevos, La Roda seguirá siendo un terreno fértil para los mosquitos. Con temperaturas óptimas entre 25 y 30 grados Celsius, una sola mosquita puede poner de 150 a 200 huevos, perpetuando el ciclo de infestación.
En resumen, aunque las autoridades locales no han bajado la guardia, la sensación de impotencia se extiende entre los ciudadanos de La Roda, quienes enfrentan la realidad de una plaga persistente que, pese a los esfuerzos, parece no tener fin.